Sufría de contínuos ataques epilépticos debido a una bala alojada en su craneo tras un disparo hace más de 10 años. En el último año había padecido dos pérdidas de conciencia. En diciembre, tras un ataque epiléptico le pusieron un parte que motivo la retirada de permiso que tenía otorgado. Orka debía de haber estado en observación constante en enfermería debido a sus continuos ataques y pérdidas de conocimiento. Además de tener diagnosticado (entre otras) una hepatopatía crónica por virus C no tenía tratamiento alguno estando en estudio para un posible inicio de uno para la infección por VHC, a pesar que el Artículo 208 del reglamento penitenciario prevé respecto de las prestaciones sanitarias que a todos los internos sin excepción se les garantizará una atención médico-sanitaria equivalente a la dispensada al conjunto de la población.
Orka estaba involucrado en la lucha contra el régimen penitenciario y participaba en la campaña de denuncia contra la tortura y los malos tratos dentro de prisión."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.